“La Tierra no nos pertenece, pertenecemos a la Tierra.”
– Jefe Seattle–
En 1854, Franklin Pierce, decimocuarto presidente de los Estados Unidos, envió una carta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste que hoy forman el estado de Washington. El jefe Seattle le respondió ese mismo año mediante un discurso hoy conocida como ”la Respuesta del jefe Seattle”, y que en los años setenta se convirtió en un manifiesto del movimiento ecologista. Tanto por su defensa de la conexión primordial del hombre con la naturaleza, como por la llamada de atención sobre las consecuencias de la actitud del “hombre blanco” frente a esta.
“Todas las cosas están relacionadas. Todo lo que hiere a la tierra, herirá también a los hijos de la tierra[…]¿Qué queda de la vida si el hombre no puede escuchar el hermoso grito del pájaro nocturno, o los argumentos de las ranas alrededor de un lago al atardecer? El indio prefiere el suave sonido del viento cabalgando sobre la superficie de un lago, y el olor del mismo viento lavado por la lluvia del mediodía o impregnado por la fragancia de los pinos. El aire es valioso para el piel roja. Porque todas las cosas comparten la misma respiración, las bestias, los árboles y el ser humano”.
A día de hoy, las preocupaciones del jefe indio Seattle continúan siendo nuestras preocupaciones.
La creciente tendencia a la pérdida de los bosques, la degradación del suelo y la extinción de las especies constituyen una amenaza tanto para el planeta como para las personas.
Los bosques son uno de los mayores reservorios de carbono y biodiversidad de la Tierra, albergan al 80% de las especies de animales, plantas e insectos.
La defensa de los bosques es esencial para poner freno al cambio climático y proporcionar bienes, servicios y medios de subsistencia esenciales para muchas comunidades. Sin embargo, en las dos últimas décadas, se perdieron casi 100 millones de hectáreas de superficie forestal neta.
Desde la ONU destacan que “es esencial un cambio fundamental en la relación entre la humanidad y la naturaleza, fomentar un mayor reconocimiento del enorme valor de la naturaleza junto con medidas aceleradas para abordar las causas profundas de estas crisis”.
Basajaun, ¡El renacer del bosque!
“Salvaje no es quien vive en los bosques. Salvaje es quien los destruye”.
“El corazón del ser humano, eclipsado por el consumo de bienes materiales, se aleja de la naturaleza y de su esencia, ignorando que la salud de las montañas, los árboles, el aire, los ríos y los bosques, es también la suya propia. Pero no todo está perdido. Los bosques volverán a renacer y recobrarán su esplendor si somos capaces de cooperar, de recuperar nuestro sentido de pertenencia y el amor por los seres vivos con los que compartimos y vinculamos nuestra existencia”.
Así arranca la aventura de nuestro nuevo juego cooperativo: Basajaun, ¡El Renacer del bosque!, recomendado para niñas y niños de más de 7 años.
Para devolver al bosque la vitalidad perdida y repoblarlo con especies animales y vegetales autóctonas, contaremos con grandes aliados: la ayuda mágica de Basajaun “El Guardián del Bosque” y la de otros seres mitológicos que habitan entre la espesura de los árboles, si sois capaces de encontrarlos.
Basajaun incluye dos divertidos juegos cooperativos de cartas y tablero, de diferente dificultad y duración, donde, aparte del azar, serán determinantes tanto la estrategia individual como la ayuda mutua. Tenéis un vídeo explicativo sobre cómo se juega al final de este artículo.
Ludotaller: actividad grupal complementaria:
“Todos los seres vivos son importantes para el equilibrio de la naturaleza. Cada uno de ellos desempeña un papel irremplazable. Cuando alguno de estos seres se ve afectado, se rompe el equilibrio”.
Este es el supuesto que sirve de partida para la actividad que os proponemos asociada al juego para desarrollar en talleres, aulas, jornadas… Desde partidas por grupos, divertidos juegos de preguntas para conocer las especies vegetales y animales que aparecen en el juego o una salida al exterior para estudiar la flora local y documentarlo en unas fichas.
Podéis descargaros aquí el documento con las distintas actividades.
Guardianes de la Pachamama
La luz y los vivos colores de la Pachamama, nuestra generosa y fértil Madre Tierra, se apagan lentamente por la devastación que acompaña al progreso descontrolado. En medio de este triste panorama suena un canto de esperanza. Para evitar su destrucción y devolverle su vitalidad, salvaguardando nuestra vida y la de las generaciones futuras, tendremos que aprender de la milenaria sabiduría indígena y convertirnos en auténticos guardianas de la Pachamama, conectando con los primitivos espíritus de la naturaleza.
Utiliza la memoria, la audacia y el azar para defender a la Madre Tierra en este emocionante juego de mesa cooperativo que aborda la educación ambiental. Guardianes de la Pachamama forma parte de nuestro catálogo desde hace tiempo, pero ahora os ofrecemos una nueva edición renovada y mejorada.
Un juego, recomendado para niñas y niños de más de 7 años y que permite jugar a entre 2 y 6 participantes, en el que tendremos que superar y resolver grupalmente los retos y pruebas que se nos presenten (de memoria colectiva, conexión grupal, toma de decisiones, azar…)
Podéis ampliar la información sobre la dinámica del juego aquí.
