20 de noviembre, Día Universal de la Infancia

20 de noviembre, Día Universal de la Infancia

Desde Naciones Unidas nos recuerdan que esta celebración persigue promover los derechos de los niños y niñas, “a sobrevivir y prosperar, a aprender y crecer, para que se hagan oír y alcancen su pleno potencial”. Y –añaden- “a pesar de los avances generales, la situación de muchos niños ha empeorado aún más”.

Los Derechos de la Infancia son universales, abarcan a “todos los niños y a todas las niñas –señala la Declaración- sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia”.

Entre los derechos reconocidos en la Declaración de los Derechos  de l aInfancia figuran el derecho a un nombre y a una nacionalidad, a crecer y desarrollarse en buena salud, a recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere, crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres siempre que sea posible, a una educación gratuita y obligatoria, El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.

“No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral. El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes”.

El niño también tiene derecho a jugar. Y así lo recoge la Declaración: “El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación: la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho”.

Decálogo del Buen Trato a la Infancia y la Adolescencia

Con motivo de esta celebración os acercamos el Decálogo del Buen Trato a la Infancia y la Adolescencia, elaborado por la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI). Contiene unas recomendaciones para la educación y protección del niño desde la familia.

  1. Aceptar incondicionalmente a nuestros hijos e hijas: Lo cual implica aceptar a los hijos como son, demostrándoles diariamente que les queremos y que estamos orgullosos de ser sus padres, incluso en aquellas situaciones en las que no aprobamos su conducta.
  2. Proporcionándoles amor y afecto: Según la Declaración de los Derechos del Niño, nuestro hijo “tiene derecho a mantener contacto con sus padres, aunque estos estén separados o divorciados“.
  3. Establecer límites razonables: Recordando que mantener las normas no deben estar reñido con el cariño y el afecto.
  4. Respetar su derecho al juego y a tener relaciones de amistad con sus compañeros: Los niños y niñas deben poder jugar sin estar sometidos continuamente al control de los adultos.
  5. Respetar y fomentar su autonomía: No debemos correr el riesgo de sobreprotegerlos pensando que les ayudamos.
  6. Protegerles de los riesgos reales o imaginarios: Es importante proteger a nuestros hijos, pero también lo es establecer una buena relación de afecto y comunicación que les permita acudir a nosotros cuando se enfrentan con algún problema que no saben solucionar.
  7. Aceptar su sexualidad y ofrecer una imagen positiva de la misma: Para los jóvenes la sexualidad es complicada porque por un lado se mantienen numerosos prejuicios, pero al mismo tiempo y fundamentalmente desde los medios de comunicación, se sobredimensiona y comercializa.
  8. Comunicación y empatía: Debemos escuchar, comprender y actuar coherentemente ante las demandas de nuestros hijos e hijas.
  9. Participación: Los niños y niñas tienen derecho a participar en la toma de decisiones de los asuntos que les afectan directamente. Esto es un derecho recogido en la Convención de los Derechos del Niño y en la legislación vigente.
  10. Dedicarles tiempo y atención: A este reto nos enfrentamos tanto como personas, como en la educación de nuestro hijos e hijas, “comprender que lo valioso está en las personas y no en los objetos“.

Os invitamos a ver este vídeo sobre nuestro juego “Los niños del Mundo… ¡y sus derechos!”.

Los niños del mundo y sus derechos

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